2.1. Balance de Niveles: Posicionamiento de los sonidos en un espacio imaginario.
Una práctica muy común al mezclar música, es imaginar que nuestros instrumentos y sonidos están siendo tocados en un espacio físico, como bien podría ser un cuarto. Usualmente pensamos en este cuarto como uno con dimensiones cuadradas o rectangulares. 4 paredes, un techo y un piso. Como podemos observar en el video.
Mientras más volumen tenga un instrumento, lo vamos a percibir, como si estuviera más cerca de nosotros.
Imaginemos que nos encontramos como audiencia dentro de este espacio imaginario. Mientras más volumen tenga un instrumento, es como si estuviera más cerca de nosotros y más enfrente de los demás instrumentos, por tanto va a sonar más fuerte. Y de igual manera, mientras menos volumen tenga un instrumento, es como si estuviera más lejos de nosotros y más atrás de los demás instrumentos o sonidos, por tanto va a sonar más suave.
Como mencionamos anteriormente, el volumen se ajusta en nuestro software de producción musical o DAW, mediante los faders de volumen. Para acceder a los faders de volumen en Waveform, damos click en el botón del "ojo", después en "show the mixer panel", y maximizamos la ventana con el botón del cuadrado.
Mediante el fader de volumen podemos subir o bajar el volumen de una pista de audio específica, creando esta sensación de que el instrumento se encuentra más cerca o más lejos de nosotros en este espacio imaginario.
Amplitud.
El volumen tiene relación con un concepto que en física se denomina amplitud. La amplitud se mide en decibeles los cuales se abrevian como dB.
La amplitud la podemos ver representada en nuestro software, en la forma de onda del sonido, mientras más altura tenga nuestra forma de onda, mayor será su amplitud, y mientras menor altura tenga, menor será su amplitud. A mayor amplitud el sonido suena más fuerte, y a menor amplitud suena más bajo.
Existen dos tipos de decibeles que debemos de conocer, los dBSPL y los dBFS.
dBSPL.
En el mundo físico, la amplitud del sonido en la transmisión acústica se mide con los dBSPL, que significa, dB Sound Pressure Level, o decibeles de nivel de presión sonora. En estos tenemos al 0 como el nível mínimo, el cual sería el sonido más suave que apenas puede percibir un oído humano. Un nivel de aproximadamente 120 dBSPL, sería un nivel muy alto, y es el comienzo de lo que se denomina como "el umbral del dolor", porque ya comenzaría a causar dolor en nuestros oídos y niveles mayores a eso, pueden ser muy peligrosos e incluso hacernos perder la audición.
dBFS.
Pero cuando trabajamos en el mundo digital, como bien sería en nuestro software, utilizamos los dBFS que significa decibeles Full Scale, o decibeles de escala completa. En este tipo de dB por el contrario tenemos al 0 como el nivel máximo antes de que se distorsione el sonido. Por lo que siempre que estemos ajustando los niveles, debemos de tener cuidado de que nuestras señales, nunca excedan los 0 dBFS.
Ya que como menciono, al exceder este nivel, la señal comenzaría a distorsionar, y esto es algo que generalmente queremos evitar.
En muchos softwares, si la señal comienza a superar los 0 dBFS, se nos marca el fader del volumen con un color rojo en la parte superior, lo cual nos indica que debemos de disminuir el nivel de la señal. En el video podemos ver algunos ejemplos en Waveform y en Ableton, cuando la señal excede el 0 y cómo nos marca en color rojo o amarillo. En Ableton incluso nos muestra con números el nivel máximo que ha alcanzado la señal.
Por lo que lo más común es siempre trabajar con valores negativos de dBFS, es decir, valores que estén por debajo del 0.
Cómo ajustar los niveles.
Al ajustar los niveles de cada uno de los instrumentos, debemos de tener en cuenta algo que me parece sumamente importante y que es mencionado por el autor y productor David Gibson en su libro "El Arte de la Mezcla".
Gibson nos pone un ejemplo donde menciona que si tenemos una flauta y una sierra eléctrica ambas sonando exactamente al mismo nivel, de todas formas vamos a escuchar con mayor volumen a la sierra eléctrica.
Esto es debido a que el volumen que nosotros percibimos, depende no solamente de la amplitud, sino también de la forma de onda del sonido, y de la frecuencia del mismo.
La forma de onda de una flauta y la de una sierra eléctrica son muy distintas, por tanto vamos a percibir ambos sonidos de maneras muy distintas.
David Gibson por tanto, menciona que siempre debemos de mezclar los niveles de los sonidos, escuchando, no mirando los faders. Con nuestras orejas, no con nuestros ojos.
Un asunto que puede suceder frecuentemente, es que se mezcle basándose mucho en los niveles que nos indica el software. Por ejemplo, en Ableton supongamos que se me indica que el nivel máximo de mi batería es de - 11 dB, algunas personas buscarán intentar que los niveles máximos de los demás instrumentos también estén en aproximadamente en - 11 dB como podemos verlo en el video.
Sin embargo, es común que algunos instrumentos, a pesar de tener niveles muy similares en amplitud, sigan sonando muy bajos, o muy altos en comparación a los otros. Por lo que el consejo de David Gibson me parece muy acertado, ya que muchas veces el software nos dice una cosa, pero nuestros oídos nos dicen otra.
Por lo que siempre es mejor ajustar los niveles, basándonos en lo que estamos escuchando.
Si escuchamos que un instrumento está demasiado fuerte, y nuestros oídos sienten la necesidad de que disminuyamos el volumen, eso es lo que debemos hacer.
O si por otro lado, sentimos que a algún instrumento le falta mayor volumen, debemos hacer caso a nuestro oído. Por supuesto, siempre cuidando, que nunca rebasemos los 0 dBFS para evitar que nuestro sonido distorsione.
Volumen vs. Amplitud.
Es por ello que la gran diferencia entre el volumen y la amplitud es que la amplitud se puede medir de forma objetiva y cuantificable mientras que el volumen es nuestra percepción humana y subjetiva de la amplitud de un sonido que depende de otros factores además de la amplitud como la forma de onda y la frecuencia.
Con esto concluimos este tema. En el siguiente vídeo veremos cómo se utiliza el balance de niveles comúnmente en diferentes estilos musicales. Muchas gracias por ver y hasta la próxima.
Fuente:
Gibson, D. (2005). The Art of Mixing (2a ed.). Cengage Learning.